sábado, diciembre 19

piedritas caen sin girar

Se abrió hoy la tierra
entremedio creció un puente
la tierra se apelotonó
rodó desde lo alto de las laderas
bañó de polvo las plantas
hizo amarronar un cielo celeste
de sol indiferente
Fue todo precipicio.

Un puente cayó
rajándose desde el centro hacia sus extremos
las maderas crisparon a los parroquianos con sus estrépitos
el pueblo, sumergido en la congoja acató la señal
rodaron por el pasto
no pudieron evitar ensuciarse las espaldas
hasta bañarse de polvo como las plantas
amarronadas quedaron las pieles
indiferentes
Todo se precipitó.

Nada ha quedado ya de los animales,
los sabios, anticipados
migraron hacia el sur
más hacia el sur
es su norte el que los orienta.
Casi todo se sumió en el desconcierto.

Abrevar será tan difícil
como hacerla canción
son dos o tres corcheas las que vuelven a disonar
en la armonía de los que duermen sin soñar
tras cartón despierto
en sintonía con un ronroneo de ritmo caduco
sin estimar que lo perenne
no es sin amar

Quedan por ver florecer las cebollas,
los nísperos brotar en las veredas
quedan almas dando vueltas
quedan cosquillas quedan risas
y el corazón puesto en manos del estío.