sábado, agosto 24

memorias de sobremesa

una mano sobre la otra
apiladas donde nace el sentido

que la luz de otoño es distinta aunque no distante

y la luz de invierno
en la luz de invierno
sobre la luz de invierno
hacia la luz de invierno

cuando mi cuerpo crece
en largas sobremesas
plagadas de euforia

que el canto guarda siempre un versito más

hay más, siempre hay más
a pesar de ser dos
las manos
una sobre la otra
las dispuestas
al supuesto
de cantarse siempre
un versito más

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