jueves, abril 5

cul

La gente cool del bafici fue la gente cool del estadio con banda gringa de ayer, y es la gente cool del starbucks de hoy. Será la gente cool de algún robot mañana, o de una célula. Todo se mezcla repentinamente en el serpenteante fraguar de aquellos que están, aquellos que fueron quedando, y aquellos que guardaron silencio. Un silencio tosco, repentino y amarillo. El canillita pliega su sonrisa como una servilleta. Las paredes del pasado fueron frontera de todas las aventuras y tristeza de ladrillos pulidos por el tiempo. La sucia bandera proletaria es bellísima flameando, fresca como corazón de arroyo. Hoy los que ya no creen en nada y los que esperan todo. ¡Tener un corazón ligero! Pienso, mentras el abasto se transforma una mañana de otoño.

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