lo espero como espero al segundo antes que pase algo
espío la ventana y hago sencillo silencio
digo, quiero volar
no puedo ser discreto en el rigor de mi decir
quién acaso puede,
para volar
me muevo, me voy moviendo
y lo que queda de todo este temblor
es fe errante como el alma de los plomeros
pero fe
para el vuelo de todos los días
pues no hay quien baje de la cama
con tal certeza
por eso fe
en una verdad, de humildad
de no mas buenos y malos
la esperanza de los matices
es la de una mirada frente a otra
entonces fe
y que aquella sensación
de paz en las siestas de la tarde
sea el despojo merecido
que trae la caída
en el fondo de los vientos
eso si, con fe
de no mas buenos y malos
la esperanza de los matices
es la de una mirada frente a otra
entonces fe
y que aquella sensación
de paz en las siestas de la tarde
sea el despojo merecido
que trae la caída
en el fondo de los vientos
eso si, con fe
en la espera
en los días
en el segundo antes
en la ventana
en el rigor de mi decir
en tus movimientos
en los sacudones del alma
en una humilde verdad
en las miradas esperanzadas de matices
en las siestas de media tarde
en la caída despojada
con fe en la fe
en los días
en el segundo antes
en la ventana
en el rigor de mi decir
en tus movimientos
en los sacudones del alma
en una humilde verdad
en las miradas esperanzadas de matices
en las siestas de media tarde
en la caída despojada
con fe en la fe