«Todo pasa siempre más rápido de lo que podría haber pasado»
a los chisporroteros
Todo
hubiera sido muy diferente si hace seis años no me hubiese olvidado de
verificar que todas las llaves de gas estuviesen bien cerradas antes de salir.
Si no me hubiese olvidado al menos un día o por lo menos si no hubiese cedido
ante la tentación de volver sobre mis pasos para verificar que todas las llaves
de gas estuviesen perfectamente cerradas. Si una sola vez me hubiese olvidado de
realizar mi ritual ridículo hubiera subido al colectivo en el que viajaba ella
y me hubiera sentado en el único asiento
libre que casualmente hubiese sido el de
al lado suyo. Si por una vez hubiese sido un tanto desobediente no sólo me
hubiera sentado junto a ella sino que le hubiera sacado algún tema de
conversación y hubiera sabido que se llamaba Verónica Pazos, que venía del
interior a estudiar quinesiología, que estaba sola en Buenos Aires y que nadie
la esperaba en Concordia.
Pero
yo preferí hacer lo mismo de siempre cada día, cerrar perfectamente las llaves
de gas de todo el departamento por la noche, revisar que estén bien cerradas, acostarme,
dormir, despertarme, salir a la calle por la mañana, caminar hasta la esquina, volverme y verificar que
realmente las había cerrado bien… Sí, por ese vicio me perdí de conocer al amor
de mi vida en el momento oportuno.
Esta
tarde ella se sentó frente a mi escritorio. Vino a sacar un crédito porque se
casa y “casada casa quiere”. Empezamos “¿Nombre?” “Verónica Pazos” “¿Lugar de
nacimiento?” “Concordia, Entre Ríos” “¿Estudios?” y me contó de cuando se vino
a estudiar quinesiología, de cuando vivió en una pensión de Almagro y de cuando
tomaba el 141 a las 7:00 de la mañana, casualmente el mismo que yo perdía por supervisar
el estado de las llaves de gas de todo el departamento.
Llegué
a casa muerto de cansancio, pensando que ella tiene su crédito, que se va a
casar y que va a vivir feliz para siempre con Sergio vaya a saber Dios en que
rincón del planeta.
No
comí, me acosté directamente. Pero eso sí, me aseguré de que ninguna llave de
gas quede cerrada.
Ojalá cuando vengan a buscarme a nadie se le ocurra encender
la luz.
a Nicolás Fernández Garbin
Gustavo Galeano
no dice "a Nicolas Fernandez Garbin"!!
ResponderEliminarSepa usté disculpar nuestro atropello
Eliminarno hombre. es muy posible que encuentres en tu vida a una Carolina Peleritti que quiera pedirte un credito para renovar su casa. Recientemente incendiada...
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