sábado, junio 15

un tres dos

Un canto de océano azul se desploma sobre mi almohada en el preciso instante en que la bien callada decide volver a decir que a decir verdad lo que pasa es esto o aquello y calla que te tengo cerca y no me vengas con estos madrugones pues allí todo parece suceder.
Tres veces un guiño las tres con el mismo ojo, negro, azulado, da igual, en ocasiones es mejor que estar alimentándole con titubeos a la almohada, a la tuya a la mía, que se deben estar carcajeándose cómplices de nuestra desventura que llegará aquí y ahora.
Dos humanos en destiempo, no a destiempo, porque estar en no es lo mismo que ir a y fijate que estamos yendo, entonces siempre tendremos esa excusa, querida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

No te guardes tus ocurrencias!