lunes, marzo 11

Restauración



Locación: exteriores, día 1.

Cuatro tomas logran la escena.
Una de las cámaras se ubica por sobre los hombros, mira de espaldas, tomando a los dos. Doble protagonismo que incita a recurrir, en cada toma, a los dos en su anverso y reverso, espaldar y respaldo en primer plano. 
El escenario recoge cuatro puntos distintos, atrapados por lentes fijas, pero inquietas. 
La segunda cámara capta sólo uno de los movimientos que se dejan ver en el espacio delimitado.
Puede llegar a ser bastante engorroso proseguir con la descripción de cada uno de los enfoques, pero vamos a intentarlo.
La primera trabaja bajo el rótulo de Respaldo. Respaldo, en la escena aparece intermitente como toma central, logrando que el exterior quede representado tras "bambalinas". Esta situación no excluye la presentificación del exterior, lo cual queda interceptado por la tercera lente que toma el detrás de cámaras. La óptica que cierra la tríada, Espaldar, especulariza la visión de Respaldo, dando la impresión doble del protagonista y lo cual propone el diálogo entre ambas vistas. Tal como recién se menciona, la estructura dialógica de las visuales involucradas en la restauración de la escena principal, permite la vinculación directa entre los actores y la posición del espectador. 
En todo momento, las cámaras Uno y Tres, reconocen sentimientos, ansiedades e inquietudes de sus respectivos primeros planos. A los fines prácticos escópicos que sostienen el movimiento de las imágenes, Respaldo y Espaldar se activan en cada momento crucial y organizan la historia. 
La descripción más pertinente para la segunda cámara, antes presentada, contiene en sí misma la categoría que sustenta. En su lente percibe y detalla hasta la más ínfima variación del movimiento de la escena. Aunque itinerante en su forma, genera cada 3200 cuadros un recorrido en serie que posibilita establecer un patrón de los movimientos que se reiteran en los personajes. Más allá de esta particularidad, la cámara Dos, capta al unísono todas las alternancias de la densidad del aire, que en travelling constante, muestra al espectador las formas que se repiten a lo largo del encuentro.
Se cruza en el contorno del mapa trazado por las tres cámaras, un punto. En él coexisten, rechazándose, todo lo que escapa a la estructura ya detallada. Primera posición omnisciente que atestigua, escucha e induce el devenir natural de la escena. 
Nueva oportunidad para referir al tedio que producen las descripciones técnicas del desarrollo de la historia. No lo dudo, pero insisto.
Este cuarto elemento toma prestadas las imágenes expulsadas del campo visual de los otros tres. Queda por fuera, pero colige lo expulsado. Lo fuera de escena es capturado por esta cámara, pero tiene la pequeña singularidad de no estar ahí tampoco, y por suerte, en ningún momento se choca con las demás. Por suerte, porque destartalaría el esquema de entercruzamientos ópticos, lo que impediría aprovechar al máximo las tomas desde el exterior. Como puede observarse, Espaldar y Respaldo filman ambos, el exterior. El travelling de Dos, también; la cámara elemental, la que filma lo ausente, como es lógico, no está. Lo que hace que no deje de ser imprescindible para restaurar la escena.

Tras esta breve descripción, se dispone el escenario del siguiente modo:

Espaldar está alojada sobre un ventanal de cara al balcón, en un piso elevado de un departamento céntrico. 
Respaldo toma sus imágenes desde la baranda de protección que limita el balcón del vacío.
Ambas cámaras mantienen fija su posición, variando únicamente la apertura de enfoque de la lente.

Dos, inaugura la movilidad de las tomas, y permite al espectador detectar detalles de ambos protagonistas, lo que les puede servir para armar sus historias, aunque no lleguen a lograrlo, porque lo que escapa a Dos, es lo que puede ayudar a diluir las formas de la escena.

Restauración, toma lo imposible, y lo presentifica.

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