jueves, junio 28

ese traje


y al principio es como ponerse el mejor traje de payaso que tengas arrumbado por ahí, el que mejor sienta, ese que por alguna extraña decisión de no volver a usarlo quedó tirado en el rincón del placar, incluso sabiendo que aunque sea una vez más ibas a tener que usarlo; eso sí, después hay que sacudirlo un poco, guardarlo, perjurar no volver a usarlo y agarrar el otro que andaba dando vueltas por ahí olvidado, algo arrugado pero sin poliyas, y al que también se lo había sentenciado al ostracismo de los ropajes. 
Es como ir cambiándoselo a medida que la situación lo amerita. ¡Ojo! algunos van quedando chicos o raídos por demás, y así y todo, hay que vestirlos igual, lo que importa es cómo se lo lleva. 
Y uno es un fantoche vestido de marcel marsó, que arremete por entre las filas de los más agraciados, haciéndose el permiso a la vez que es caballero de una corte holandesa, expedicionario mongol, café turco, o vaya uno a saber cuántas otras cosas más. 

1 comentario:

  1. Ole, que si tienes para prestarme ese traje, con gusto lo usaré. "Uno es prudente. Se da cuenta que aunque el traje no esté pasado de moda, uno sí. Uno sí que está un poco pasado pa'l traje..."

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