Nos inventamos un cielo. Sabíamos de antemano que no sería como los demás, éste lleno de nubes, por esa vez. La cosa tomó ciertos matices inesperados: los nubarrones se plantaron en un marroncito claro hasta que lo esperable ocurrió y entonces el estruendo. Luego la piñata de la sorpresa, y del cielo caía el granizado del helado de dulce de leche y vos abriste la puerta, me miraste superando mi sorpresa y sacaste la lengua. Tenías un bonete en el marote. Recibiste el dulzor de las alturas y entre comisuras chocolatosas sonreíste como hacía mucho no veía una sonrisa. Yo intenté algún aporte al asunto. Las palabras sobraron. Sé que vimos brujas por las paredes, aquellas brujas malvadas a las que nunca les di crédito. También vimos unos elefantes y algún que otro río. Hablamos de una tapa de revista portentosa; borrando nimiedades allí estabas vos sacando la lengua para el granizado, y sonriendo. Charlamos de Picasso y sus palomas coloridas. A mi me sorprendía que a vos no te sorprendiera que yo fuera escritor, pues siempre quisiste ser musa. Ojalá nunca perdamos el sentido del humor. Ojalá siempre sigamos perdiendo el sentido.
ojalá sea la hoja! http://www.youtube.com/watch?v=gDHgASmijBY
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