jueves, diciembre 29
de chiquilines revoltosos
domingo, diciembre 25
puerto
miércoles, diciembre 21
viernes, diciembre 16
entremeses
martes, diciembre 13
provincia
viernes, diciembre 9
será siempre ajeno..
martes, diciembre 6
río adentro, al oeste del sur
Se dio por finalizada la trirelectura del querido Geno, otra vez, nunca menguante, creciente. Pianta lagrimón y te deja la boca perdiendo un troesma… No se si vuelve la esencia olvidadiza o solo se clava a la pared como fugitivo para no dejarla ver, pero no me acordaba ni dos alcornoques del final y estaba ahí justito en las antípodas cuando me emocioné y de paso como haciendo lugar en un subte de seis de la tarde me recordó porqué dí con él. Y se te empiezan a mezclar imágenes, y tenés a una junta mayúscula, tomándose una foto con el gallego del bazar expectante por el río que hace las veces de su voz hacia su madre. Esas madres galleguinas de azafrán en los delantales. Y otra en la que vuelve el forajido al almacén… cicatrices; tan reales. Me tiene en asombro perpetuo, como si toda mi historia pasara por su mirada. Que humorista, que escritor, ¡qué joder! Los halcones se cagaban de miedo cuando los desafiaba con sus observaciones. Renegau. Y así y todo le hace pito catalán a todo el mundo. Sabés... es un enamorado. (a masaibé). Desde ya. Pero hasta incluso un pasito mas: Un enamorado del estilo, de la letra, del placer y los refranes. (a masaibé). Del deseo, de la angustia. ¿Un porteño de ley? El porteño que a uno le gustaría ser. Un mezcladito de Isidoro Cañones con el loco que quemaba las guitarras, Chopin y Lacan.. por cortar arbitrariamente la lista. Y hasta Maxwell Smart también, pa que vamu andar cortando si el papel tiene más kilómetros que la 40. Después, que se yo.. Políticamente sagaz, no se comía una; aún después de un largos moscatos. Creo que lo empezaría de vuelta y no pasa muy seguido eso. Si; he de proclamar su prosa: - Che, ¿te le animás a geno?
jueves, diciembre 1
y...de tanto inflar, pinché. IIII
domingo, noviembre 27
solo por ayer
jueves, noviembre 24
costumbres
Para ese entonces ya existían los devedé y los blú no se cuanto, los celulares con pantallas miniaturas y conexión global. Existían autos con computadoras adentro y asientos rasca espaldas. Sacapuntas automáticos, calentadores de agua de lungo saber, libros electrónicos que se leen cada vez que se corta la luz, lavarropas con radio y tevé, bicicletas que se pliegan, videoconferencias, cuadros abstractos, abstractísimos. Ferias de tecnología en video juegos, supermario mil, plaguíns, toneladas de música almacenadas en pequeñísimos dispositivos. Aparatos médicos de alta complejidad, submarinos monstruosos. Existían para ese entonces camas de agua, tibia, burbujeantes, aceleradores de partículas electromagnéticas, armas con las que uno muere de solo nombrarlas, televisores flaquiiitos flaquiitos, zapatillas saltimbanquis y robots en las mesas.
Pero a él le gustaba remolonear en su colchón y mirar al sol izarse entre los gomeros; escuchar programas de gomina y dos por cuatro en la vieja radio del nono y comprarle esos maravillosos alcauciles a la cholita de la esquina de su casa.
martes, noviembre 22
domingo, noviembre 20
infla que infla III
La única diferencia que podía haber entre ir caminando, o no, estaba en un punto nodal del recorrido. Cabe aclarar: el andar sobre el vehículo en nada garantizaba que la crueldad del destino no cayera entumecido sobre la coraza, corajuda ella, que había logrado construir previamente. Cualquier sentencia divina podía hacer que mi plan de esquive, porque no era más que una huida- o mejor dicho una completa evitación-, quede trunco en el intento. No podía pasar y caer nuevamente en las garras de aquella piraña que tanto me atrapaba.
Hubo días que pequé con ella sin culpa. Hubo días que hasta debí sobornarme para no caer. Otros…simplemente no pude contenerme.
jueves, noviembre 17
memorias
lunes, noviembre 14
Infla II
viernes, noviembre 11
once
Hoy se repite el once tantas veces como de lugar. Ahora ¿cuánto lugar hay para el once? Once lugares quizá, once lunares. La gente se vuelve loca prediciendo. Premoniciones. Y lo previo a las municiones son estas ganas de ser nueve, u ocho; u once, qué más da; si tan solo dejaran de repetirlo. El año entrante será con el doce y la gente xeneixe izará sueños de gloria. Algunos otros irán cual forajidos a robarle el sueño. Otros solo tendrán sueño. Uoooaa. Y otros soñarán. Y mil veces uno bosteza por la mañana, pero solo un bostezo es el que vale, y no es justamente el onceavo. Tampoco hay que andar tirando yesca al piso ¿no? El once es un lindo número, como dos hermanos palitos, II, miren. Si los vemos así -11- en cambio, parece que van marchando hacia algún rumbo desconocido. Como aquellos que guerreaban machacando junto a un estandarte. Y si parás dos puchos uno al lado del otro es como un once. Y caigo en que si no se termina este
(Renglón)
Habré evitado el once.
Pero lo mencioné, como lo habrán mencionado cientos de miles de millares de personas aunque… ¿Habrán tantas personas? Eso ya sería meterse en camisa de once varas. ¿Entienden? ¡Once varas!
Y la expresión circular que subyace en todo este menjunje de palabritas no nos canta ningún número, ni hace ninguna cuenta; solo rueda eternamente, por los confines de lo incierto, y alborota esa duda guarra, que se nos queda en la nariz como un moco, o como alguna otra palabra fea y trunca. Como ese once despistado. Como un piojo en todas nuestras cabezas: haciendo rancho.
Me acuerdo de una vez a mis once años que había pasado los diez y ya era grande. Me acuerdo ahora que soy chiquito y quizás no vuelva ahí. También me acuerdo de veranos colmados en verde, de aquella esperanza que renovaba sus voces en el eco fugaz del viento. Recuerdo ahora mientras la brisa entra silbando bajito por la ventana, haciendo sentir aquel tiempo nuevamente: aquellos helados de agua en palito. Palito y palito; son once. Otra vez. Y once veces más.
martes, noviembre 8
viernes, noviembre 4
rachas
Andábamos afilados: ni la crucifixión hubiera podido sacarnos de esa alegría constante, pilla como nunca antes y disparatada. Estabamos viendo de salir a vender empanadas y birras con un amigo. En eso apareció el Señor Chajucito y le dimos la bienvenida a todo el balbuceo – averiguando precios – dijimos. Chajucito afiló su garganta tapada de puchos – ¿a dónde quieren vender empanadas? – Arremetimos, claro -Conseguimos un proovedor, a dos mangos la tenemos hecha. Y calentita en las inmediaciones de recitales. Un silencio de momento se propagó en el cuartucho apoderándose de la situación. Seguimos – de algunos seleccionados previamente – Chajucito plantó tacón y sacó chapa,
- No, ni idea de este tipo de proovedor. ¡Yo busco materia prima, papá!
- Yo busco a mi prima cuando quedo de garpe....
- Y bue...
Chajucito se despidió amablemente. Nosotros que seguíamos afilados, conquistamos al mundo como Napoleón mil veces esa tarde entre alguna que otra charla perdida de primas cariñosas y gauchitas. Al otro día, había que agarrar la chata e ir a buscar las provisiones para el concierto del fin de semana siguiente, que había feriado y prometía bien.
martes, noviembre 1
por las deudas
Hoy sentí todo el día que las baldosas no estaban donde siempre,
domingo, octubre 30
rivoluzione
viernes, octubre 28
otra vez al río
miércoles, octubre 26
domingo, octubre 23
el del domingo
― “¡Estupendo pase en profundidad cortando el ancho de la cancha! Pero aparece como un rayo Saldistúa anticipando al defensor. Bombazo de 135 metros al ras del piso que no se anima nadie a detener...¡¿pero qué pasa muchachos!? ¿A qué estamos jugando? Sigue el partido y el esférico circula por el campo como monja sin sudario. Relené arremete como tolva por entre los dientes de Garlipez y ¡es fau!. Tiro libre…Para mayor refrigeración, Tir de Bardahl, cuí-da-el-mo-tor.. Veinticinco minutos de la primera etapa y el partido sigue cero a cero. ¿Qué me dice López de lo que vio hasta ahora?
― Verrdaderamente, señor Urlismende, el partido ha atravesado una serie de situaciones insospechadamente inverosímiles que no lograron generar mucho más peligro y situaciones del que generaron. Tomando en cue..
― Muchas gracias López, ha sido clarísimo su comentario. Prosigue el encuentro y seguimos como cuando empezamos, y como antes también. Quince minutos del primer tiempo transcurridos y es un momento especial para entrarle a un Alfajor La Nirva, rellenito de Sabor. ¡Penal! ¿Usted vio lo mismo qué yo López?
― Si.
― Clara infracción cometida por el defensor que más que marcando lo estaba invitando a bailar. Momento decisivo del partido. Los plateístas embravecidos por la mala decisión del árbitro le arrojan improperios a mansalva sin importarles la veracidad de los mismos. Está muy claro que esto está arreglado. Se detiene el partido por unos instantes y el referí se acerca al alambrado de la parcialidad local, les guiña un ojo y todos festejan. Veamos la repetición López, pero para mí eso no fue falta, es un simulador. ¡Es un simulador!
― No queda claro en la riplei si..
― ¡Bien cobrado! Esto sigue cero a cero y sin emociones, gran momento para refrescarse con una Coca-Loca. Es sentir de verdad. Treinta minutos de juego y los goles que ya van a venir. Esto me huele a goleada López.
― Hace 47 años que Remilde no convierte de cabeza y
― Callesé López que no me deja escuchar lo que dice el relator. Veinticinco minutos restan por jugar y el partido se sumerge en la magia de la gambeta de Belenessi, gran amago hacia la izquierda dejando acostado al estóper, encara al arco ahí está, cruza mitad de cancha y buen quite de Turrién sin despeinarse...esto sigue cero a cero...¡Partidazo estamos viendo!”
miércoles, octubre 19
un relato, un olvido, una puerta
lunes, octubre 17
viernes, octubre 14
martes, octubre 11
estrategia
viernes, octubre 7
martes, octubre 4
Un rincón de la ciudad donde las hojas caen y rebotan antes de perecer, recuerdan otro tiempo ya caduco, de otoño. Barrio de malevos aquél, que todavía levanta tierra al andar, en nada se parece al que esta historia vio.
Allá, en la otra punta donde todo es verano luego de florecer, pasa ella sus días más cerca del río, despertando en burbujitas varios amoríos que se pierden.
Hace unos años hubo un amor que floreció en invierno por los barrios del bajo Buenos Aires. Cansada Campanula de pelandrunes sin entusiasmo, salió a buscar, una tarde que le recordaba a sí misma, a sí misma. Tenía su cita en aquella galería de Florida y Corrientes, aunque ella lo ignorara. En Rivadavia al 400 salió de su casa. Un bonito edificio tipo chorizo que, según se cree, hoy ya no está.
Laureano allá por Liniers, un par de escritos y fotografías fueron su mañana. Ni se imaginaba el resto de su tarde cuál sería.
Cuentan también que al cruzarse en la galería los descubrieron, pero hasta cuando los encontraron, quizá, ya se habían enamorado.
viernes, septiembre 30
Entre sueños y poesía
domingo, septiembre 25
gotita 'e recuerdo
Se enamora el rey que entre sueños baila. Y quedó resonándome la frase largas horas previo a despertar confuso y olvidar como un autómata todo lo que en el sueño ocurrió. Pasé hondas noches tratando de reproducir sistemáticamente toda imagen extranjera a la memoria, pero al despertar siempre era más del mismo día. No podría precisar con entusiasmo cuántas fueron las historias que olvidé recordar, pero en una de aquéllas todo pareció brillar, sin colores ni sonidos…todo pareció brillar.